Encuentran una goleta hundida hace 126 años en el lago Titicaca
La nave Aurora habría sido traída de los Estados Unidos
PUNO, Perú (Grupo de Diarios América).- Buzos de la marina de guerra, que arribaron a Puno para realizar un curso de entrenamiento de altura, hallaron los restos del buque Aurora, hundido hace unos 126 años, muy cerca de la isla de Amantaní, informó el jefe de la Capitanía del Puerto Lacustre de Puno, Fernando Ramírez Pereyra.
En el hallazgo participaron 16 buzos de la marina y otro de Pro Marina, que realizaron trabajos entre el 15 y el 25 del mes último. Los restos (partes de una caseta y de unas escaleras) de la goleta de hierro Aurora, que encalló en 1876, fueron hallados en la zona llamada la roca misteriosa, ubicada entre las islas de Amantaní y Taquile, a unos 300 metros de la isla de Amantaní.
Precisamente en una de esas sesiones de buceo lograron encontrar, primero, restos de cerámica y huesos de camélidos, que al parecer formaron parte de un ritual de pago a la Cochamama, o madre agua.
La búsqueda de la nave, probablemente traída desde astilleros de Estados Unidos, se inició a partir de tradiciones orales relatadas por antiguos habitantes de la isla de Amantaní. Además se hallaron restos del buque en manos de algunos isleños, que los guardaban en sus propias casas.
Una ciudadela incaica
Según la versión del historiador Rosendo Melo, en esa goleta viajó en 1873 el historiador Antonio Raimondi, que estuvo acompañado por el distinguido arqueólogo Squier, conocido por sus estudios de monumentos arqueológicos en el Estado de Nueva York, en el valle del Mississippi y en el propio Callao.
Con su genial sencillez, Raimondi refiere el encuentro: «Nos vimos, nos conocimos y pocos días después nos hallamos juntos a bordo de una pequeña goleta recorriendo el hermoso lago Titicaca, en busca de antigüedades».
Otro descubrimiento importante es una especie de escalinata con características incaicas situada muy cerca de las chullpas de Sillustani, en la laguna de Umayo. De ratificarse el hallazgo, confirmaría la leyenda sobre la existencia de una ciudadela bajo la referida laguna.
La delegación de buzos que retornó a Lima iniciará gestiones para conseguir financiamiento, retornar a Puno y continuar sus exploraciones con equipos más sofisticados, como sonares laterales, cámaras filmadoras acuáticas especiales, detectores de metales. Además, para las tareas de rescate se contará con el concurso de arqueólogos marinos.
Por: Carlos Fernández Baca.