Verónika Mendoza: «Necesitamos una segunda reforma agraria en el país»
La precandidata presidencial de Juntos por el Perú también plantea establecer, "de manera excepcional" y para darle un impulso a la economía en este contexto de crisis, "un impuesto a las grandes fortunas".
Verónika Mendoza, precandidata a la Presidencia por el partido Juntos por el Perú, consideró este jueves que urge llevar a cabo una nueva reforma agraria en el país.
«Necesitamos una segunda reforma agraria en el país, en el sentido de reformar el Estado para que pueda impulsar políticas de apoyo a este sector estratégico con programas de riego, de compras públicas, de asistencia técnica, de crédito barato…», dijo en Nada Está Dicho por RPP.
Mendoza Frisch señaló que esta reforma la llevaría a cabo un eventual gobierno suyo «en el marco de las reglas de juego democráticas dentro de las cuales estamos participando, impulsando cambios de fondo».
Además, opinó que el actual Ministerio de Agricultura «está pintado» y «atado de manos porque la Constitución dice que no puede intervenir, que el mercado y la inversión privada van a resolver el problema del sector agropecuario».
«Necesitamos una serie de reformas que no deberían asustar a nadie, por ejemplo, tener un gabinete para el desarrollo agrario y rural, precididido por el o la presidente de la República, que conduzca esta segunda reforma agraria», agregó.
La candidata de izquierda señaló que actualmente existen experiencias exitosas de cooperativas en el sector agrario que, «a pesar del abandono del Estado, han logrado salir adelante».
«Esto se podría potenciar más con adecuado acompañamiento del Estado, en asistencia técnica, capacitación, asesoramiento para poder insertar sus productos en el mercado nacional e internacional».
Verónika Mendoza subrayó que para reactivar la economía también se tendría que impulsar otros sectores y «pasar por una reforma tributaria para que el Estado pueda recaudar más y mejor».
En ese sentido, se mostró a favor de establecer -aunque no necesariamente de manera permanente- un impuesto a la riqueza.
«Planteamos de manera excepcional, para darle un impulso a la economía, un impuesto a las grandes fortunas, a los multimillonarios del país que deberían en este contexto de crisis contribuir al desarrollo de su país».
La reforma agraria fue un proceso de expropiación de tierras y su posterior distribución entre miles de trabajadores del campo, impulsada en la década del 70 por el gobierno dictatorial de Juan Velasco Alvarado. Este tema continúa generando polémica entre los peruanos.